Pipilacha
Algo sucede en Madrid, y es Pipilacha. Hay restaurantes que llegan y no piden permiso para instalarse en la cumbre gastronómica de una ciudad. Pipilacha es el ejemplo perfecto de ello. Ubicado en pleno Barrio de Salamanca, en él, sus regalados disfrutarán de una experiencia gastronómica marcada por la personalidad de sus cocineros, su claridad de ideas y una manera de entender la cocina y el espacio que se disfruta desde que cruzas sus puertas. Aquí todo está pensado para que quien se siente disfrute de verdad: tiempos, ritmo, atención, intensidad, emoción. Pipilacha es una de esos pocos restaurantes que marcan la tendencia y el cambio en una ciudad. Allí sus regalados acudirán a disfrutar y salir con la sensación de haber vivido algo que no se parece a nada más. Es sencillo. Regalar Pipilacha es decirle a alguien: “esto es lo que se mueve en Madrid ahora mismo; esto es lo que hay que vivir.” Un regalo con criterio, con gusto y con la seguridad de acertar de lleno. Aquí se viene a disfrutar, y punto.





